Si en el Tolima hay alguien que ha sabido trabajar con liderazgo, vocación de servicio, y respeto por los ciudadanos, ese es justamente el senador Óscar Barreto, a quien tuve el honor de conocer en su segunda campaña a la Gobernación en el 2007, y de quien admiro su disciplina y su talante para poner en práctica aquello de que “el que no vive para servir, no sirve para vivir”.
Bajo nuestros objetivos de posicionar a Ibagué como una ciudad productiva, moderna y multipropósito, hoy puedo decir que me siento complacido de recorrer con lealtad, ese camino que nos han trazado los hechos y las soluciones de un equipo que con visión de grandeza y acciones en favor de la seguridad, la institucionalidad, la salud, la educación, y los proyectos productivos; se ha mantenido como la primera fuerza política en el departamento, y especialmente como la ilusión de los más débiles que añoran un futuro con esperanza y un presente mejor.
Coincidimos con Óscar Barreto en que lo más importante es el respeto por los ciudadanos, y que para lograr lo que queremos para Ibagué, debemos trabajar duro en el territorio y no tanto en el escritorio. Tenemos claro que el problema del desempleo y la falta de oportunidades hacen parte de los retos trascendentales por los que hay que trabajar para que Ibagué sea una ciudad con mayores oportunidades para todos, y con una variada oferta permanente de gastronomía, deportes, arte, y cultura, a través de lazos de confianza y cooperativismo.
Queremos una Ibagué educada, para que nuestros niños, niñas y jóvenes no tengan que irse de su tierra, sino que por el contrario se formen aquí y puedan empezar a generar proyectos de emprendimiento que nos permitan seguir creciendo, y es allí donde se hace importante la generación de convenios de capital semilla. Soñamos con una Ibagué segura, pues desafortunadamente hoy arrastramos con altos índices de inseguridad, y con un problema de falta de autoridad, en donde cada quien hace lo que quiere, especialmente en los temas de seguridad vial y cultura ciudadana.
Creo que, si se tratara de hacer un reconocimiento a la confianza de un hombre como Óscar Barreto, lo que habría que hacer es seguir su ejemplo de trabajo constante, sus humildes consejos, y sus valiosas experiencias y ejecutorias, porque estas tienen un sello de éxito, y es eso lo que queremos para nuestra ciudad: el éxito. Eso significa, que todos y todas vivamos mejor. Que los ibaguereños más pobres tengan oportunidades, que tengan agua potable y acceso a un servicio de salud digno, y que puedan ir al colegio o a la universidad, para que poco a poco, y con dedicación y esfuerzo, puedan cambiar sus realidades, de la mano de un gobierno incluyente y que se la quiere jugar toda en favor de una ciudadanía activa, consciente y pensante.
Llevamos más de una década recorriendo las calles ibaguereñas, dialogando con la gente, y sumando kilómetros de trabajo y gerencia social. Estamos más que listos para enarbolar las banderas de la política del hacer porque es justamente lo que venimos haciendo durante toda nuestra trayectoria pública, hoy de la mano de un equipo de personas maravilloso que cree en nosotros.
¡Que Dios y la Virgen del Carmen nos ilumine en esos propósitos!